• The MAPAL employee Bakr Chareeb in front of his grinding machine.
  • "Me encanta la diversidad de tareas en el esmerilado circular."

Bakr Chareeb, rectificador de herramientas con CNC

En 2015, Bakr Chareeb abandonó su ciudad natal Latakia en Siria. Una vez llegó a Hamburgo, el camino a través de Fráncfort y Múnich le llevó hasta Altenstadt. Cuando en otoño de 2016 MILLER le ofreció a este joven la oportunidad de realizar unas prácticas de empresa, la aceptó. Ahora, Bakr Chareeb tiene un puesto de trabajo fijo como rectificador cilíndrico con CNC y se siente muy bien en su círculo de compañeros.


Bakr, ¿cómo se realizó el vínculo con el grupo MAPAL?

La oficina de extranjería me alojó en un centro colectivo en Altenstadt. Me puse a buscar un trabajo, ya que quería salir de mis cuatro paredes. Aún no tenía una autorización de trabajo. Por lo que incorporé como voluntario a la sociedad de asistencia social para trabajadores de Altenstadt. Allí supe que MILLER ofrecía prácticas para refugiados. Una empleada de MILLER, que también hacía voluntariado en la sociedad de asistencia social para trabajadores, me recomendó a los administradores. Esa fue mi oportunidad y la aproveché.

Entonces ¿las prácticas fueron su acceso a la empresa?

Exacto. Ya durante mis prácticas pude trabajar directamente en la máquina. Me gustaba y disfrutaba del trabajo. Posteriormente presenté mi candidatura directamente por un puesto. Al principio mi tarea era colocar las herramientas en la máquina. Pasado un tiempo, mi jefe de equipo me enseñó la programación del CNC. También mis compañeros me apoyaron desde el principio. Me ayudaban en el manejo de los medidores y me enseñaron el reafilado. Me encanta la diversidad de tareas en el esmerilado circular. Me gusta la mezcla de trabajo mental y manual, los tipos de herramientas que cambian de encargo a encargo. Cada día aprendo algo nuevo. Eso me gusta.

¿Cómo se lleva con su jefe de equipo y los compañeros?

Todos me aceptaron inmediatamente y sin reservas. Aquí trabajan muchas nacionalidades juntas, todo el mundo es franco y amable con los demás. También quedamos de vez en cuando en nuestro tiempo libre. Ya que ahora hablo bien alemán, tengo la intención dar las gracias especialmente a mi jefe de equipo y mis compañeros.

¿Recuerda algún acontecimiento que le haya marcado el tiempo que lleva en MILLER?

​​​​​​​Sí, incluso dos. En 2018 no tenía permiso de trabajo. Los responsables en MILLER intercedieron por mí en la oficina de extranjería y posibilitaron que tuviera el estado de residente fijo.
Y lo que fue para mí bastante especial: yo trabajo normalmente en el servicio de tres turnos. Mi mujer y yo hemos padres sido hace poco. Por esa razón me acerqué a mi jefe de equipo y le pregunté si podría cambiar al servicio de dos turnos. Mostró su comprensión inmediatamente y respondió que sí. No supuso ningún problema. Sé que algo así no puede darse por sentado y, por esa razón, estoy muy contento de trabajar aquí.
 

Muchas gracias por la entrevista, Bakr.

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